Beneficios de una adecuada hidratación - Remedios caseros
beneficios de una adecuada hidratación

 

Dormir bien y asegurarse un buen descanso tiene múltiples beneficios para la salud y una gran influencia en la mejora de nuestra calidad de vida, ya que, si el descanso no es suficiente, nuestro bienestar físico y mental se resienten. Estudios científicos han demostrado que la falta de sueño puede aumentar las probabilidades de sufrir diversos trastornos y patologías.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dormir entre 7 y 9 horas al día para conseguir, entre otras cosas:

  • Mantener las defensas altas, ya que se fortalece el sistema inmunológico.
  • Aumenta la claridad de pensamiento y la eficacia en la toma de decisiones.
  • Reducir el estrés y las tensiones a lo largo del día.
  • Disminuir el riesgo de sufrir depresión.
  • Ayudar a controlar el peso corporal. Las personas que tienen problemas de sueño presentan una mayor predisposición a desarrollar enfermedades como la diabetes y la obesidad.

Para ayudarnos a conseguir dormir las horas que nos aconsejan los expertos, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) recomienda beber un vaso de agua, en pequeños sorbos, antes de acostarnos. Y es que está más que demostrado que el agua es una fuente de bienestar, con una relación directa en nuestro estado físico y cognitivo. Pero, ¿cuáles son los beneficios?

  • Ayuda a los riñones a procesar las toxinas y desechos del organismo acumulados a lo largo del día y a rehidratar cerebro y organismo.
  • Evita que nos despertemos en mitad de la noche por tener sensación de sed, o lo que es lo mismo, deshidratarnos.

Para lograr una mayor absorción digestiva, desde el IIAS se recomienda que la ingesta de agua se realice a una temperatura de entre 10-15ºC, y siempre a pequeños sorbos.

Y tú, ¿estás dispuesto a hacer este pequeño esfuerzo? ¡Háznoslo saber en los comentarios!

La Diabesidad, es decir, la presencia simultánea en un paciente de diabetes tipo 2 y obesidad afecta ya al 20% de la población española. Ambas patologías, que constituyen además un factor de riesgo frente al COVID19, pueden tener una mejor evolución si se llevan a cabo ciertos hábitos de vida. Expertos de Fede Diabetes y de la SEEN ofrecen las claves en este artículo.

 La diabesidad se ha convertido una de las enfermedades más frecuentes del siglo XXI. Si ya lo eran la diabetes tipo 2 y la obesidad, ahora, ambas patologías se dan conjuntamente en muchos pacientes, afectando en muchos casos a niños y adolescentes, según asegura el doctor José Antonio Saz, miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de la Diabetes (FEDE) y presidente de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Aragón.

 Las causas más frecuentes de esta enfermedad suelen ser los hábitos de vida inadecuados dieta desequilibrada y poco saludable, exceso de ingesta calórica y falta de ejercicio físico.

A largo plazo, estos malos hábitos de vida pueden producir aumento de peso y obesidad, que es el factor de riesgo más importante para desarrollar diabetes tipo 2”, explican los doctores José Carlos Fernández, médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga) y Francisco Javier Escalada, médico especialista en Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona) y miembros de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Actividad física y alimentación, claves

 Por eso, la clave está en prevenirla o, al menos, si ya está presente en nuestro organismo, hacerle frente y reducir sus efectos al máximo. Para ello, el doctor Saz lo tiene claro:

la actividad física es fundamental para enfrentarse a esta patología: lo ideal es ponerse las zapatillas y moverse, al menos, durante 45 minutos diarios y hacerlo a un ritmo que nos permita hablar pero que, a la vez, tengamos que realizar inspiraciones profundas para tomar aire, de manera frecuente.

Para los doctores Fernández y Escalada, “lógicamente, el ejercicio deberá introducirse de forma gradual, y deberá de adaptarse a la edad del paciente, su nivel de forma física y la existencia de otras patologías concomitantes”.

Y es que, practicar actividad física ayudará a reducir el peso corporal y, por ende, “a mejorar, tanto la obesidad como la diabetes”, explican los expertos en Nutrición de la SEEN. Además, es fundamental realizar un profundo e individualizado abordaje nutricional, junto con un adecuado plan de actividad física”, añaden.

Ambos especialistas en Endocrinología destacan que, “es recomendable seguir una dieta mediterránea hipocalórica (reduciendo un 20-30% de los requerimientos calóricos diarios), ya que la Dieta Mediterránea ha demostrado, en múltiples estudios, claros beneficios sobre el sistema cardiovascular, diabetes tipo 2, niveles de presión arterial y lípidos sanguíneos y reducción de la aparición de ciertos tipos de cáncer y deterioro cognitivo”.

Para hidratarse, nada mejor el agua

A la hora de hidratarse, tanto los especialistas de la SEEN como de Fede Diabetes lo tienen claro: “no hay duda de que la bebida de elección es el agua. La ingesta debería ser constante a lo largo del día y alcanzar al menos los 1,5-2 litros diarios”. Una recomendación que ha sido avalada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en la actualización de sus recomendaciones dietéticas para la población española.

En concreto, el doctor Saz asegura que “es fundamental evitar la sed”. Por ello, además de repartir la ingesta de agua a lo largo de la jornada, afirma que, antes de practicar actividad física es recomendable beber unos dos vasos de agua y, mientras caminamos o realizamos algún tipo de ejercicio, debemos tener cerca una botellita de agua pequeña e ir bebiendo pequeños sorbos de manera frecuente”.

Asimismo, el especialista de Fede Diabetes señala que, “el agua mineral puede ser una buena elección para hidratarse, dado que, así nos aseguramos que tomamos un agua con una composición adecuada, vivamos en el lugar de España que vivamos”.

Evitar la obesidad y la diabetes o, por lo menos, mantenerla a raya, puede estar en tu mano: ejercicio físico, alimentación e hidratación constituyen la clave para conseguirlo.

¿Te animas a intentarlo?

embarazo

El embarazo es una de las etapas de la vida en las que una mujer debe cuidarse más. Seguir una dieta variada y equilibrada, realizar ejercicio físico moderado a diario y mantener una hidratación adecuada son los requisitos imprescindibles para disfrutar de la dulce espera de una manera saludable. Pero ¿sabías que durante este periodo se incrementan las necesidades de ingesta de agua? Descúbrelas en este artículo.

Varios son los factores que provocan que el organismo de una mujer demande una mayor cantidad de agua durante el periodo de gestación. Según se indica en la “Guía de Hidratación” del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), ”durante el embarazo, la formación del líquido amniótico y el crecimiento del feto demandan una mayor cantidad de agua en el organismo de la mujer”. Por eso, para que estos dos procesos puedan llevarse a cabo, es esencial que la mujer embarazada incremente su hidratación en, al menos 300 mililitros diarios, de tal manera que al finalizar el día haya ingerido unos 2,3 litros de agua.

Asimismo, la Guía de Hidratación también recuerda que durante el periodo de gestación es muy común la retención de líquidos, por lo que beber agua es totalmente necesario para facilitar su eliminación.

Y es que, entre los síntomas más comunes que tienen lugar en esta época, destacan “los pies hinchados, la retención de líquidos, especialmente durante los últimos meses de gestación, y el cansancio”, explica Susana Santos, embarazada de su segundo hijo, quien destaca que “a todo esto se le añade en los últimos meses que duermes muy poco, al estar ya incómoda por el peso del bebé, y que sudas en exceso durante todo el día y, especialmente, por la noche. Hay días que me levanto empapada de sudor”.

Por esa razón, entre otras, la hidratación resulta fundamental. Durante el embarazo es clave evitar una posible deshidratación, una patología que, según destaca el Instituto de Investigación Agua y Salud, puede afectar al correcto desarrollo del cerebro del feto.

Síntomas de deshidratación en el embarazo

Además de síntomas como mareos, fatiga o leves fallos en la memoria, típicos de la deshidratación, “beber poca agua, aunque pueda parecer curioso, puede afectar al estado de ánimo. De hecho, uno de los síntomas de la ansiedad es que sentimos la boca especialmente seca.

Por eso, beber agua a pequeños sorbos reduce esta sensación tan incómoda de boca seca y sed”, apunta Silvia Álava, psicóloga y experta en hidratación del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS). La psicóloga también señala que “en los casos en los que la deshidratación es del 3-4 %, la sensación ya es de decaimiento, abatimiento, cansancio e, incluso, de bajo estado de ánimo“.

Por ello, es imprescindible evitar esta patología mediante la ingesta de pequeños sorbos de agua, distribuidos a lo largo del día, hasta completar la cantidad de 2,3 litros, acompañados de una dieta variada y equilibrada y la práctica de 20-30 minutos diarios de ejercicio físico moderado (paseos, natación, pilates…) y disfrutar así de un embarazo totalmente saludable.

Trucos para estar hidratada en el embarazo

Para evitar posibles problemas de salud, tanto de la futura mamá como de su hijo, el IIAS recomienda poner en práctica los siguientes trucos:

  • Beber un vaso de agua al levantarse, para recuperar el equilibrio hídrico del agua eliminada durante la noche a través del sudor, orina, saliva, etc.
  • A lo largo del día, repartir la ingestade agua, de tal manera que se beba uno o dos vasos de agua a lo largo de la mañana, otro vaso durante las comidas, uno o dos vasos durante la tarde y otro antes de irse a la cama.
  • Por la noche, para hacer frente a las pérdidas de agua a través del sudor y mantener el equilibrio hídrico durante las horas de sueño, también se recomienda dejar una botellita de agua mineral en la mesilla de noche, para así poder hidratarse en el tiempo de descanso nocturno.
  • Llevar agua en el bolso, o tenerla al alcance, para así poder hidratarnos en cualquier momento y lugar de una forma cómoda y sencilla. Hoy existen envases de diferentes formatos y tamaños ergonómicos que facilitan una hidratación natural, saludable y de calidad en cualquier momento y lugar.

Si estás esperando un bebé, a la hora de hidratarte, no tengas dudas: elige la opción más sana y natural.

 

Hablar de San Valentín es hablar de “Amor”, y hablar de este sentimiento es directa, o indirectamente, pensar en el órgano que rige todo nuestro organismo: el corazón. Y es que, según los filósofos orientales, la frecuencia de la emoción del amor se equipara exactamente a los movimientos rítmicos del corazón, por lo que parece que el ritmo del corazón se acompasa a nuestras emociones. Esta es una de las razones que podría explicar el binomio amor-corazón. Por eso, ahora tendría lugar preguntarnos, ¿cómo cuidar nuestro corazón para que pueda seguir dando amor?

A lo largo de la historia, han sido varias las culturas que han equiparado el sentimiento del amor con el corazón. Algunos ejemplos de ello podemos encontrarlos en los egipcios y otras culturas milenarias, quienes creían que el corazón era el órgano más importante del cuerpo porque de él emanaba el amor.

Sea cual sea la razón que explique este binomio, lo cierto es que el corazón es el órgano que permite que funcione nuestro organismo ¿Qué podemos hacer para conseguir que funcione a buen ritmo? Pues, por curioso que pueda parecer, una de las tareas más esenciales es beber agua.

Según la Fundación Española del Corazón (FEC), “el agua supone entre un 50-70% de nuestra masa corporal, y, cuando disminuye ese porcentaje, el funcionamiento de los órganos puede encontrarse con dificultades. Es lo que ocurre si llegamos a deshidratarnos, una situación en la que se puede deteriorar rápidamente la función renal, llevando incluso a la aparición de arritmias”.

Para evitarlo, la FEC señala que “la clave está en beber un mínimo de agua diaria, incluso aunque no tengamos sed, para cubrir la demanda de hidratación del organismo, asegurándonos de que nuestros órganos funcionan como deberían, incluido el corazón”.

Y es que, tal y como asegura el Doctor Vicente Arrarte, presidente de la Sección de Riego Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la hidratación es fundamental por varios motivos. Aunque a veces no lo tengamos en cuenta, el cuerpo está constantemente perdiendo líquido por el sudor, la micción, etc. De ahí que sea fundamental mantener el equilibrio diario con la ingesta hídrica que mantenga los iones y el contenido de agua de nuestro cuerpo estable”.

A este respecto, el experto destaca que “siendo la comida lo más esencial, la ausencia de hidratación es la primera que pueda darnos complicaciones que acaben afectando a la función renal, cardiaca y al riesgo de complicaciones mayores”.

 Síntomas de deshidratación

Además de la sed, como primer posible síntoma de deshidratación, la Fundación Española del Corazón destaca otras señales que nos pueden avisar de la falta de agua en nuestro organismo:

  • Mareos.
  • Cefalea.
  • Aletargamiento.
  • Boca seca.
  • Calambres musculares.
  • Sudor frío.
  • En situaciones extremas, visión borrosa e, incluso, pérdida de conocimiento.

A la hora de elegir de qué manera hidratarnos, el experto de la SEC señala el “agua como principal elección”. A este respecto, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) recuerda que las recomendaciones de ingesta diaria de agua en adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) son de 2-2,5 litros al día para las mujeres y entre 2,5-3 para los hombres.

En concreto, a la hora de hidratarse, el Instituto de Investigación Agua y Salud recomienda la ingesta de agua mineral, que nos permite hidratarnos en cualquier momento y lugar de forma natural y saludable. Tal y como recuerda el IIAS, “se trata de un agua sin tratamientos químicos puesto que es pura desde su origen, la naturaleza, y se envasa de forma totalmente aséptica a pie de manantial para conservar su pureza original y propiedades saludables intactas desde la naturaleza al consumidor. Tiene una composición mineral que se mantiene constante en el tiempo y que podemos consultar simplemente mirando su etiqueta, por lo que podemos elegir aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades y preferencias”.

Por eso, este San Valentín, cuida especialmente tu hidratación y haz el mejor regalo a tu órgano con más amor: el corazón.. Y recuerda: un amor saludable se riega durante los 365 días del año.

Fuente de los datos: Guía de Hidratación. La importancia de una hidratación natural para alcanzar un estilo de vida saludable”.

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Beber agua es una de las necesidades más básicas y, quizá, más olvidadas, en época de fiestas navideñas. Exponernos a altas temperaturas, la ingesta de comidas copiosas son algunas de las acciones que, sin darnos cuenta, tienden a favorecer la deshidratación del organismo en estas fechas. El doctor Gutiérrez Serantes desvela interesantes consejos para mantener un buen estado de salud en estas fiestas.

El último día del año, “la palabra clave es moderación”. Así lo asegura el doctor Luis Gutiérrez Serantes, quien asegura que, “por lo general, las fiestas Navideñas son días en los que las celebraciones y el encuentro con amigos y familiares, van unidas a un exceso de ingesta de alimentos, generalmente muy calóricos y con un porcentaje muy alto en grasas saturadas, perjudiciales para el sistema cardiovascular y el aparato digestivo, sin olvidarnos del aumento en el consumo de hidratos de carbono y alcohol”. Por ello, recomienda vigilar “tanto el consumo de alimentos, como en la ingesta de alcohol”.

Para ello, el experto recomienda “elegir platos no muy calóricos, reducir al mínimo el consumo de alcohol e hidratarnos con agua mineral, que no solo evita la pérdida de líquido corporal previniendo la deshidratación, sino que, además, repone los minerales perdidos”.

Y es que, en estas fechas, los trastornos de salud más frecuentes “son los relacionados con el abuso en la ingesta de alimentos y consumo de alcohol, además de los temidos atragantamientos, más frecuentes en estas fechas, tanto en niños como en adultos”, explica Gutiérrez.

En concreto, entre estos problemas, el doctor destaca la irritación gástrica (gastritis), o la aparición de cuadros de gastroenteritis aguda, que suelen manifestarse con náuseas, vómitos, dolor de tripa, frecuentes deposiciones o, incluso, fiebre. “La consulta al médico se hace imprescindible si se trata de niños, personas mayores o enfermos crónicos con alto riesgo de complicaciones”.

Además de esto, “es fundamental reponer los líquidos y minerales perdidos para evitar la deshidratación. Para ello, recomiendo si se produce algún trastorno digestivo, el consumo de agua mineral, pues garantiza la reposición correcta de agua y minerales”, añade.

¿Cómo evitar que la báscula lo note?

El incremento del peso corporal es una de las “secuelas” más frecuentes que suelen dejarnos como recuerdo estas fiestas. Según asegura Luis, “distintos estudios estadísticos dan datos muy dispares sobre la ganancia media de peso en navidades, desde medio kilo hasta seis. Pero lo cierto es que si no controlamos la cantidad de alimentos que comemos, y de forma especial, los de mayor contenido en grasas e hidratos de carbono, la ganancia de peso es segura”.

Así, el experto recomienda “evitar el consumo de alcohol ya que aporta calorías vacías sin ningún valor nutricional y reducir el consumo de calorías en una de las tres comidas principales del día, de forma especial los días que tengamos comidas, celebraciones o eventos especiales”.

Además de esto, “hacer ejercicio ayuda a evitar la ganancia de peso, caminar todos los días como mínimo 40 minutos, favorece la eliminación de la grasa corporal”, señala.

Pero, para que la práctica de actividad física pueda realizarse con un buen rendimiento y sin poner en riesgo nuestra salud, Gutiérrez Serantes recomienda seguir unas pautas adecuadas de hidratación. “Al hacer ejercicio aumenta la sudoración, el sudor actúa de refrigerante corporal para mantener estable el rango de temperatura, por el sudor se pierde agua y minerales de ahí la importancia de aumentar la ingesta de líquidos, siendo muy recomendable beber agua mineral antes, durante y después de hacer ejercicio, para evitar la deshidratación y la pérdida de minerales”.

En Fin de Año, agua mineral

Para asegurar una adecuada hidratación en estas fiestas, el doctor Luis Gutiérrez aconseja la ingesta de agua mineral ya que esta “nos aporta un plus saludable”.

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“El agua mineral es el alimento más puro que existe, nos hidrata y aporta los minerales, sales y oligoelementos que el ser humano necesita para su equilibrio”, destaca. Y es que, “el agua mineral que se envasa a pie de acuífero y manantial es natural, viene de corrientes de agua subterráneas puras sin tratamiento de ningún tipo y estables en su composición en minerales, oligoelementos y otros componentes, siendo declaradas beneficiosas para la salud por las autoridades sanitarias”.

En estas fiestas, lo importante es, tal y como asegura el Dr. Gutiérrez “que todos disfrutemos este Fin de Año con los seres queridos, y ayudemos a nuestro organismo a cumplir sus funciones, siendo equilibrados en el consumo de alimentos, realizando ejercicio a diario, e hidratándonos con el alimento más puro que existe, que es el agua mineral”.

 

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